4. Gestión Comercial

4.1 Estrategia comercial y propuesta de valor

La diferencia entre vender y tener una estrategia

Muchos empresarios confunden “tener ventas” con “tener una estrategia comercial”. La diferencia es que las ventas pueden depender del esfuerzo diario, la suerte o el boca a boca; en cambio, una estrategia comercial es un plan consciente para atraer, convencer y retener clientes de forma sostenida en el tiempo.

La base de esa estrategia es la propuesta de valor: la razón por la cual un cliente debería elegirte a vos y no a tu competencia. Si no está clara, el negocio se convierte en una guerra de precios o favores personales.

1. Qué es una propuesta de valor

La propuesta de valor responde a tres preguntas simples:

  • Qué problema resolvés.

  • Cómo lo resolvés mejor o diferente a los demás.

  • Qué beneficio concreto obtiene el cliente al elegirte.

No es un eslogan publicitario, sino una promesa clara y cumplible.

Ejemplos:

  • Una concesionaria que ofrece “autos usados certificados con garantía de 1 año” transmite confianza frente a otras que solo venden sin respaldo.

  • Una fábrica de pisos deportivos que se compromete a “instalación completa en 15 días garantizados” aporta valor a clubes que no pueden detener su actividad por mucho tiempo.

  • Una clínica estética que asegura “tratamientos con equipos de última generación aprobados por ANMAT” genera tranquilidad en sus pacientes.

2. Cómo diseñar una estrategia comercial sólida

  1. Definir al cliente ideal: no todos son tu público. Hay que segmentar y enfocarse.

  2. Analizar la competencia: entender cómo se posicionan otros y qué espacio queda libre.

  3. Construir la propuesta de valor: clara, concreta y distinta.

  4. Elegir canales de venta: presencial, distribuidores, ecommerce, redes sociales, etc.

  5. Definir procesos comerciales: desde el contacto inicial hasta el cierre de la venta y el seguimiento posventa.

  6. Medir resultados: con indicadores de ventas, rentabilidad, fidelización.

3. Errores frecuentes en la estrategia comercial

  • Creer que “cualquiera puede ser cliente”.

  • No diferenciarse y competir solo en precio.

  • No comunicar la propuesta de valor de manera clara y repetida.

  • Dejar que cada vendedor trabaje “a su manera” sin procesos ni estándares.

4. Ejercicio práctico

  1. En una hoja, escribí una frase que resuma tu propuesta de valor.

    • Qué problema resolvés.

    • Cómo lo resolvés mejor que otros.

    • Qué beneficio obtiene tu cliente.

  2. Mostrásela a alguien fuera de tu empresa y preguntale si entiende por qué debería elegirte.

  3. Si no lo entiende en 30 segundos, tu propuesta necesita simplificación.

Pregunta de reflexión

¿Hoy podrías explicar en una sola frase por qué un cliente debería elegir tu empresa y no a la competencia?

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