5. Marketing y Comunicación

5.2 Definición de público objetivo y buyer persona

No todos son tus clientes

Uno de los errores más comunes en las empresas es creer que “todos pueden ser clientes”. Esta mentalidad lleva a dispersar esfuerzos, gastar más en publicidad y desgastar al equipo comercial. Definir un público objetivo claro y crear uno o varios buyer persona (representaciones ficticias de clientes ideales) permite enfocar la estrategia y multiplicar los resultados.

1. Público objetivo: el mapa general

El público objetivo describe a un grupo amplio de clientes potenciales que comparten características comunes. Incluye:

  • Datos demográficos: edad, género, nivel socioeconómico, ubicación.

  • Datos geográficos: barrios, ciudades, regiones.

  • Perfil de consumo: tipo de productos que buscan, nivel de gasto promedio.

Ejemplo: un concesionario de autos puede tener como público objetivo “hombres y mujeres de 30 a 55 años, residentes en la provincia, con ingresos medios-altos, interesados en autos familiares y con acceso a crédito bancario”.

2. Buyer persona: la historia concreta

El buyer persona es la representación detallada de un cliente ideal dentro de ese público objetivo. Se construye como si fuera una persona real, con nombre, motivaciones y problemas.
Incluye:

  • Información básica (edad, profesión, situación familiar).

  • Motivaciones de compra (qué busca lograr).

  • Dolor o problema que necesita resolver.

  • Barreras o dudas que puede tener.

  • Canales de información que utiliza (redes, ferias, recomendaciones).

Ejemplo:

  • María, 38 años, directora de una clínica estética. Busca un proveedor de insumos médicos confiable que le garantice stock y entregas rápidas. Su mayor miedo es quedarse sin productos en temporada alta y afectar la atención a pacientes. Se informa por WhatsApp, congresos del sector y recomendaciones de colegas.

3. Por qué es clave definirlos

  • Permite diseñar mensajes que realmente conecten con el cliente.

  • Ayuda a elegir los canales correctos de venta y comunicación.

  • Facilita la capacitación del equipo de ventas: saben a quién hablarle y cómo.

  • Reduce costos de marketing al evitar esfuerzos en segmentos poco rentables.

Ejemplo: una fábrica de pisos deportivos que definió como buyer persona a “directores de clubes y escuelas” empezó a dirigir su publicidad en redes a esos perfiles y duplicó la cantidad de contactos calificados en tres meses.

4. Errores comunes

  • Creer que “cualquiera puede comprar” y no segmentar.

  • Definir al cliente ideal solo con edad y género, sin profundizar en motivaciones y problemas.

  • Inventar buyer persona sin basarse en datos reales de clientes actuales.

  • No actualizar los perfiles con el tiempo: lo que funcionaba hace 5 años puede no funcionar hoy.

5. Ejercicio práctico

  1. Escribí una descripción general de tu público objetivo actual (edad, ubicación, nivel socioeconómico, intereses).

  2. Creá al menos un buyer persona con nombre, historia, problema principal y motivación de compra.

  3. Revisá tu comunicación actual y preguntate: ¿está hablando realmente a este perfil o es demasiado general?

Pregunta de reflexión

¿Sabés con claridad quién es tu cliente ideal y cómo piensa, o todavía estás intentando venderle a “todo el mundo” esperando que alguno compre?

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